La Anatomía de una Factura Rechazada: Rastreando al Culpable
Llega la notificación: "Débito por prestación X". Y empieza el nudo en el estómago. ¿Qué pasó esta vez? ¿Un código mal puesto? ¿Un número de afiliado incorrecto? Comienza la frustrante tarea de revisar planillas, comparar datos y, finalmente, refacturar, sabiendo que ese dinero tardará meses en llegar.
La mayoría de las clínicas tratan los débitos como un "accidente" inevitable. Pero no lo son.
Cada factura rechazada es la escena de un crimen. Y el crimen no se comete a fin de mes. El "asesino" de tu rentabilidad dejó sus huellas mucho antes, en el momento más inesperado.
Como detectives de la gestión, hemos rastreado el origen del 90% de los rechazos. Y la causa raíz siempre se encuentra en uno de estos tres "momentos sospechosos".
Momento 1: El Mostrador de Recepción - La Primera Huella
El Crimen: Un dato mal cargado.
El Arma: El tipeo manual bajo presión.
La historia es siempre la misma: llega un paciente, el administrativo le pide los datos y, en el apuro, un número del DNI se invierte, el plan de la obra social se anota mal o el número de afiliado queda desactualizado. Parece un detalle menor. Pero en ese instante, se ha plantado la semilla del débito.
La Pista que Falla: La mayoría de los sistemas permiten que esta "información contaminada" entre sin ninguna validación.
El Blindaje de GDC: GDC actúa como tu "forense de datos" en tiempo real. Al tener una ficha de paciente única y centralizada, el sistema detecta inconsistencias. Si el paciente ya existe, trae sus datos validados. Si es nuevo, te obliga a completar los campos críticos. Se asegura de que la primera huella sea limpia, eliminando el 80% de los problemas futuros.
Momento 2: La Consulta Médica - El Testigo Confundido
El Crimen: Una práctica mal codificada.
El Arma: La ambigüedad de los nomencladores.
El médico realiza una prestación. Luego, el administrativo debe "traducir" esa acción al código exacto que exige la obra social del paciente. ¿Era el código 42.01.01 o el 42.01.02? Un solo número de diferencia puede significar un rechazo automático.
La Pista que Falla: Dejar la codificación a la memoria o a la interpretación humana es una receta para el desastre.
El Blindaje de GDC: GDC es tu "traductor experto". Tiene los nomencladores y convenios precargados. Cuando se atiende a un paciente, el sistema ya sabe qué plan tiene y solo le muestra al administrativo las prácticas cubiertas y sus códigos correctos. No hay lugar para la interpretación. Se elige, no se adivina.
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Momento 3: El Cierre del Mes - La Escena Final
El Crimen: Enviar una liquidación "a ciegas".
El Arma: La falta de un control final.
Incluso con los mejores procesos, siempre puede haber un caso atípico, una autorización que no llegó, una práctica que se cargó por duplicado. Enviar la liquidación sin una última revisión es cruzar los dedos y esperar lo mejor.
La Pista que Falla: La mayoría de los sistemas no te dan una herramienta de auditoría fácil de usar.
El Blindaje de GDC: El módulo de Facturación -> Liquidación de GDC es tu "sala de interrogatorios" final. Antes de enviar nada, te presenta un panel de control con todas las prestaciones listas para liquidar. Te permite filtrar, revisar, excluir las que te generen dudas y recién después, con total certeza, generar el archivo de presentación. Es tu red de seguridad definitiva.
Caso Cerrado: Dejá de Ser la Víctima
Los débitos no son mala suerte. Son el resultado predecible de un proceso con fisuras.
Al blindar estos 3 momentos clave, dejás de ser la víctima y te convertís en el detective. Tomá el control, prevení el crimen antes de que ocurra y asegurá la rentabilidad de tu clínica.
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